miércoles, 6 de abril de 2011

Aveces sabe uno mas por loq ue ve en la web que en los noticieros Versión estenográfica de la Conferencia Magistral “Educación y valores para la convivencia”, que dictó el señor Álvaro Uribe, durante el Encuentro Educación y Valores para la Convivencia del Siglo XXI, llevado a cabo en el Auditorio Nacional, en esta ciudad.

Mas noticias en http://noti.mx ...Quen mejor que el poetahuevos para contarles que Presentadora: Muy buenos días.

Bienvenidos al Auditorio Nacional al Encuentro Educación y Valores para la Convivencia en el Siglo XXI.

Iniciamos los trabajos del día de hoy con la Conferencia Magistral, Educación y Valores para la Convivencia, a cargo del doctor Álvaro Uribe.

El doctor Uribe fue Presidente de la República de Colombia de 2002 a 2010; es doctor en Derecho y Ciencias Políticas; Especialista en Gerencia y Negociación de Conflictos por la Escuela de Extensión de la Universidad de Harvard; fue Gobernador del Departamento de Antioquía de 1995 a 1997 y senador de su país de 1986 a 1994; en agosto de 2010 la Organización de las Naciones Unidas lo nombro Vicepresidente del Panel de Investigación Encargado de elaborar las Recomendaciones para Contribuir en el Proceso de Paz del Medio Oriente.

Álvaro Uribe: Quiero dar un saludo muy respetuoso a todos ustedes, quiero saludar a doña Margarita Zavala, Primera Dama de México.

Estoy inmensamente agradecido por la invitación que me ha hecho el señor Secretario de Educación para participar en este foro tan importante; lo saludo a él, a su señora esposa; a todos los funcionarios de la Secretaría de Educación; a toda la comunidad educativa de México.

Nada más importante, hacer coincidir la conmemoración del Bicentenario de nuestras Independencias con estos 90 años de la Secretaría de Educación de México. México, una joya de la cultura de toda esta América Hispana.

Permítanme ponerlos en contexto de lo que me correspondió hacer al frente del tema de Educación en Colombia.

Primero. Colombia ha tenido una de las democracias más estables del continente. En el siglo XX hubo apenas cuatro años de interrupción democrática.

Segundo. Ha tenido una de las economías más estables; Colombia no ha tenido crisis de deuda, Colombia nunca tuvo di faul en la deuda, Colombia no tuvo hiperinflación. Sin embargo, mi país ha tenido una recurrente violencia; en 200 años de vida independiente escasamente hemos tenido 47 años de paz.

Al final de los años 50 los partidos históricos pusieron final a sus enfrentamientos violentos con los acuerdos del Frente Nacional, surgieron las guerrillas marxistas que pretendieron sustituir el Estado de Derecho por la dictadura del proletariado, la economía del sector privado mixta por la economía de monopolio del estado, el pluralismo político por la lucha violenta de clases

Justificaron todo en la situación social del país, generaron como reacción el paramilitarismo que procedió con la misma crueldad y ambos terminaron cooptados por el narcotráfico.

Circunstancias que llevaron a que se les denominara como grupos terroristas, invocaron las circunstancias sociales para justificar la acción violenta y su acción terminó agravando las circunstancias sociales.

En ese contexto nosotros le proponemos a Colombia una política de construcción de confianzas, y esa política de construcción de confianza estaba dirigida por tres pilares y los tres atados por el eje que es Educación.

¿Cuál de los tres pilares? La búsqueda de la seguridad, pero no la seguridad de la doctrina, de la Seguridad Nacional que soportó durante años a las dictaduras latinoamericanas.

La nuestra era una propuesta como se practicó, de seguridad con valores democráticos, con pluralismo, con legislación ordinaria, sin legislación marcial, con respeto a todas las libertades.

El segundo pilar la promoción de la inversión, el emprendimiento como la manera de estimular la creatividad, el crecimiento, la inclusión.

Y en tercer lugar la política social. Todas iban de la mano, seguridad e inversión como medios, política social como fin y como validadora.

Y entonces la educación la ubicamos a dónde, la educación la ubicamos como el primer punto de la política social, y el elemento de enlace de la política social con la política de seguridad, de la política de seguridad con la política de inversión y de la política de inversión con la política social.

Esto es, en ese momento se necesita que tengamos seguridad con valores democráticos, para lo cual es fundamental la educación. Inversión con responsabilidad social, para lo cual es fundamental la educación, y una cohesión social que permitiera el avance de la seguridad y el avance de la inversión, para lo cual es fundamental la educación.

Lo primero que hay que hacer, y que nosotros buscamos hacer es hacer de la educación una política prioritaria.

Siempre históricamente se ha hablado mucho de la educación, pero yo señalo que a nuestros países ha faltado en unos en mayor grado y en otros en menor grado. México ha tenido un gran liderazgo cultural en muy buena parte, estimulado por un proceso educativo permanente.

Pero en América Latina hemos sentido un gran rezago de la definición de la educación como política prioritaria pública, como también ha habido un gran rezago en las políticas de inversión y de promoción del ahorro.

En los 100 años anteriores al gobierno nuestro Colombia tuvo 120 ministros de Educación. La primera señal que nosotros quisimos dar fue tener un solo ministro de Educación, una ministra de condiciones excepcionales que estuvo durante los ocho años por sus méritos. Vinculada como ministra no por recomendaciones de la política, sino por sus méritos, por su conocimiento en el área educativa. Hoy profesora de la Universidad de Harvard.

Nos propusimos los siguientes objetivos en la educación: la cobertura, la calidad, la pertinencia, la formación técnica vocacional, la investigación. Por supuesto tuvimos posibilidades de empezar a descontar el gran atraso en materia de cobertura.

En esos años pudimos pasar en educación básica de una cobertura del 78 por ciento a una cobertura del ciento por ciento.

En educación media de una cobertura del 57 a una cobertura del 80 por ciento.

En educación universitaria de una cobertura del 22 por ciento a una cobertura del 36.

Tengo fe que el gobierno actual de Colombia podrá llegar a una cobertura en educación universitaria del 50 por ciento. Por supuesto avanzamos muchísimo en cobertura en formación vocacional y tecnológica.

Antes se capacitaba al año por parte de un instituto estatal nutrido por un impuesto de nómina que pagan exclusivamente los empleadores, se capacitaba un millón 100 mil colombianos.

Al final de nuestro gobierno capacitábamos por año a ocho millones de colombianos en formación técnica y en formación vocacional.

En cuanto a la pertinencia, uno de los problemas que hemos observado en países como Colombia, es el desajuste entre las necesidades comunitarias y la oferta educativa.

Para zanjarla procuramos durante todos esos años acercar a la Universidad y a la comunidad y específicamente creamos en el Ministerio de Educación el observatorio para mirar el desempeño laboral de los egresados universitarios.

Eso nos fue permitiendo hacer un seguimiento a la pertinencia educativa, al grado de ajuste o desajuste entre la oferta educativa y las aspiraciones de la comunidad.


Con las publicaciones periódicas de los resultados del observatorio de seguimiento de los egresados universitarios fue posible darles señales muy claras a los estudiantes y a los padres de familia.

Muy importante el tema de la investigación. Yo diría que América Latina hemos sido castigados porque hemos vivido muy rezagados en materia de los recursos que se destinan a la investigación.

Si bien nosotros tenemos que hacer un esfuerzo mayor en esto, un tema que se ha desconocido es que en muchos países latinoamericanos ha habido una gran productividad con escasos recursos de investigación.

Cuando se van a ir a Colombia, por ejemplo, se le mide solamente cuánto del PIB invierte en investigación, pero no se hace el análisis de productividad, cuál ha sido el resultado de esos recursos y el país con pocos recursos ha avanzado muchísimo en investigaciones médicas, investigaciones de trasplantes.

Ha avanzado muchísimo en investigaciones del sector agropecuario, investigaciones sobre el café, sobre la caña de azúcar, sobre el cacao, sobre el arroz, sobre otros productos.

Esto para decir que América Latina no solamente tiene que pensar en un esfuerzo presupuestal muy superior para poder atender las necesidades de investigación y desarrollo, sino que tiene que pensar en el resultado en la productividad de esos recursos.


Porque lo que extraña al mirar las cifras internacionales es que lo que prevalece en la preocupación de todos los analistas es cuánto se invierte en investigación, pero no hay la evaluación de cuál es la productividad de esos recursos en los resultados de investigación.

En cuanto a la calidad, en nuestro gobierno se introdujeron muchísimos elementos. Antes de nuestro gobierno los maestros estatales se seleccionaban por recomendación política, intervenían los políticos o también la organización sindical.

En nuestro gobierno se adoptó el sistema de concurso y si bien inicialmente tuvo enormes dificultades, ha triunfado. Yo creo que ese es un gran paso para la calidad educativa.

Segundo, la posibilidad de que los maestros tengan profesionalización y capacitación permanente, a esto ayuda enormemente la revolución de la tecnología de las comunicaciones.

Cuando yo era gobernador de mi estado, un maestro que quería hace runa maestría, un doctorado, acudía a mi oficina a decirme que nos trasladáramos de las zonas rurales a las zonas urbanas donde estaban las universidades.

Hoy, gracias a la revolución de la tecnología de las comunicaciones, hay la posibilidad de que el maestro se esté capacitando diariamente.

El gran esfuerzo de nuestros países es dar el tiempo, el presupuesto para que el maestro, cualquiera sea el sitio donde esté cumpliendo su noble tarea de enseñar, pueda estar capacitándose, obteniendo ventajas de la revolución de las comunicaciones.

En materia de remuneración, después de muchas discusiones y sin que hubiéramos obtenido el consenso total de la Organización de los Maestros, de su sindicato, se tomó la decisión de adoptar un nuevo esquema de remuneración, un nuevo escalafón.

Pero ese nuevo escalafón, más justo en materia de remuneración, también era un escalafón, es un escalafón más exigente en materia de requisitos, esto es, llevar de la mano los esfuerzos de capacitación de los maestros con los beneficios de remuneración.

En Colombia quedamos con dos escalafones: el viejo escalafón, donde están unos 280 mil maestros y el nuevo, más generoso y más exigente, donde tenemos alrededor de 70 mil maestros.

Es importante pensar para la promoción de los valores educativos, cómo debe ser la relación con el gremio. Nosotros creemos que puede haber una gran relación que combine a todos los actores, la relación del gobierno con los maestros, de los maestros con los estudiantes, de los maestros con los padres de familia, de la comunidad que integran padres de familia, estudiantes y maestros con el gobierno; todos con la comunidad de emprendedores, con lo que es la vida, los actores de la vida económica.

Creemos que es mucho más importante para la formación a toda la sociedad que no nos detengamos en una relación entre un gremio, una asociación de maestros que todos los días pide reivindicaciones y un gobierno que está en un proceso permanente de negociación con ellos. La relación tiene que ser mucho más amplia, tiene que ser una relación de todos los días, que integre a todos los actores, a los cuales me acabo de referir.

Nosotros en materia de valores trabajamos muchísimo las competencias ciudadanas, en civismo y la promoción de la investigación. Empiezo por lo último, en la promoción de la investigación está concluido por los científicos en el mundo que hay que hacerlo desde la primera edad.

Nuestra Ministra estimuló con gran entusiasmo todos los semilleros de niños investigadores. Avivar la curiosidad investigativa del niño en la formación de la primear infancia, es incluir a él ese valor que se llama la disciplina y la orientación hacia la investigación.

En un país como Colombia, tan violento, es muy difícil distinguir entre una política de autoridad frente a los violentos y una política de valores cívicos para la convivencia.

Confieso que mi política de seguridad democrática ha sido controvertida por muchos que son apologistas de una política en la cual también creo que es de cultura ciudadana. Pero he expresado que van de la mano, que la política de autoridad con valores democráticos para enfrentar a los sectores violentos es una política que tiene que ir de la mano con una política de cultura ciudadana para promover la manera como todos los ciudadanos estén dispuestos a resolver el conflicto.

Nosotros en esa promoción de las competencias cívicas pusimos todo el énfasis para que los niños reconozcan que hay conflictos todos los días, hay conflicto en la relación entre ellos y sus papás, en la relación entre dos niñitos, en el aula escolar o en el campo de futbol; que hay conflicto cuando han, estando mayores, en la calle, que hay conflicto entre los conductores de dos vehículos que chocan entre sí. El conflicto es inherente a la sociedad.

La parte fundamental en la que nosotros hemos tratado de incidir es que no se niegue el conflicto, pero que se aprenda a manejar.

¿Cuándo el conflicto se aprende a manejar? Cuando las personas tienen una disposición para no aferrarse a sus posiciones, sino para mirar qué interés tiene mi contraparte que está insistiendo en este punto, cómo puedo buscar con él una opción que satisfaga ese interés, cómo mi posición que aparece contraria a la de él puede tener expresión en una síntesis de un tercero, que nos diga: usted señor, no tiene razón, usted tampoco.

Hay esta tercera posibilidad que puede acercarnos. Cómo se encuentran mecanismos de validación para que las soluciones a los conflictos puedan ser perdurables. Pusimos todo el entusiasmo en ello.

Creo que es fundamental en la cultura ciudadana tener muy claro dos aspectos. La cultura ciudadana es necesaria, pero no puede excluir la política de autoridad.

Por ejemplo, con la cultura ciudadana ayudamos a prevenir para que los niños no se enganchen en el crimen organizado, pero con la cultura ciudadana no alcanzamos a disuadir a quienes están involucrados en el crimen organizado.

Se necesita autoridad frente al crimen organizado, derrotarlo con toda la severidad de autoridad y se necesita cultura ciudadana para inocular en la sociedad principios, valores que rechacen al crimen organizado, para que padres de familia y profesores hagan todo el esfuerzo para que los niñitos en su adolescencia, en su juventud no sean reclutados por el crimen organizado, para que esos valores que se infundan en los niñitos sean valores, sean valores que les permitan mantenerse por fuera de las tentaciones del dinero que ofrece el crimen organizado.

Allí nosotros hemos tenido una dificultad en mi país. Los sectores pobres de Colombia tenían un mínimo acceso a la educación de primera infancia para aquellos menores de cinco años.

Nuestro gobierno logró plena cobertura nutricional para ese universo de niños, pero el esfuerzo que hicimos liderado por la ministra apenas alcanzó para escolarizar a los primeros.

Si ustedes me preguntaran. ¿Qué es fundamental para la cultura ciudadana, papel fundamental para difundir valores?

Yo diría que la cobertura educativa de primera infancia y en eso todavía estamos atrasados en Colombia y en muchos países latinoamericanos. Ahí tenemos que avanzar con un esfuerzo superior.

Es muy importante también trabajar en los jóvenes, cómo pueden ser competitivos y, al mismo tiempo, solidarios.

Cuando uno investiga las dos tendencia educativas, encuentran que una tendencia solamente insiste en el tema de la solidaridad y la otra en el tema de la competencia y cuando empiezan a competir entre ellos y solamente piensan en competir se desarrollan unos sentimientos, unas actitudes de competencia agresiva, carente de solidaridad y muchas veces en nombre de la solidaridad se llega a la permisividad y se llega a la indulgencia frente a la falta de esfuerzos.

Creo que ni lo uno, ni lo otro. Hay que exigir un esfuerzo para ser competitivo, pero al mismo tiempo hay que exigir una gran solidaridad.

Por eso hay que equilibrarlo.

Nosotros procuramos ser cuidadosos en eso, con las pruebas de calidad. Introdujimos muchísimas pruebas de calidad, y nos decían: ¿para qué vamos a mandar a nuestros estudiantes a Pisa? Porque somos tan exigentes en estas pruebas internas si no estamos bien.

La respuesta fue: hay que darnos cuenta de lo mal que estamos participando en estas pruebas, persistiendo en ellas, persistiendo con exigentes pruebas domésticas y con exigentes pruebas internacionales; despertando la necesidad de ganar en la competencia, pero también la necesidad de ser solidarios.

Ese equilibrio entre el valor del forzarse a riesgo de tener que se competitivo y el valor de la solidaridad con todo el grupo es uno de los equilibrios más difíciles en los proyectos pedagógicos.

Por supuesto, nosotros hemos tenido todas las dificultades en materia de infraestructura, una de las cosas que veíamos en las revistas científicas de hace 20 años era la comparación del esfuerzo educativo asiático de la postguerra y el esfuerzo norteamericano y occidental general.

En Asia sacrificaron la infraestructura para poder acelerar las coberturas y para poder avanzar en la calidad educativa.

En Occidente nosotros hemos tenido la idea, a mi juicio, equivocada de pensar primero en la infraestructura a riesgo de darle toda la desatención a la cobertura a la cobertura y a la calidad.

Llegamos a tener en Occidente edificios muy lujos en establecimientos educativos, pero grandes deficiencias en cobertura y grandes deficiencias de calidad.

Me parece que esto empieza a resolverlo hoy la virtualidad, que nos permite tener la educación parcialmente a distancia, pero la educación cercana gracias a la revolución de las tecnologías de la información.

En países que tienen desequilibrios, pobrezas, zonas remotas rurales, apartadas, es muy difícil llegar con la infraestructura convencional de la educación. La infraestructura moderna de la revolución de las telecomunicaciones es definitiva para alcanzar esas áreas.

Nosotros podemos avanzar mucho también en la enseñanza del segundo idioma a través de la virtualidad. Y entonces viene una discusión, el segundo idioma o la lengua materna.

Y que tema tan importante para aprender de ustedes, la gran nación mexicana. La idea nuestra es que a medida que se avance en generalizar la enseñanza del segundo idioma hay que estimular un gran afecto, un gran interés por el manejo de la lengua materna.

El apego a la lengua materna es uno de los valores que nosotros hemos tratado de enjundir, pero haciendo eso compatible con la enseñanza de la segunda lengua que fundamentalmente se requiere.

Creo que es un error en el que algunos persisten de crear esa exclusión entre el esfuerzo por el buen manejo de la lengua materna, el apego a la lengua materna, a las lenguas de la nación o de las naciones que conviven en una comunidad multiétnica y lenguas extranjeras. Hay que hacer compatible lo uno con lo otro.

Permítanme hacer una referencia frente a la relación entre la educación y el crimen organizado, frente a la educación y los fenómenos terroristas, frente a la educación y el fenómeno del narcoterrorismo.

En ciudades colombianas también lo he escuchado, de presidentes o alcaldes de ciudades mexicanas hay una gran preocupación porque a pesar de que se ofrece una plena cobertura el crimen organizado sigue reclutando a los jóvenes.

Nosotros hemos pensado que allí hay fallas desde la familia en materia de infundir valores, que hay fallas en la educación de primera infancia y en todo el proceso educativo, y que se combina una falta de valores con pobreza y una necesidad de temprana percepción de ingresos.

Creemos que esto hay que trabajarlo con valores de familia, con valores a largo de todo el proceso educativo y también con una educación que le permita al joven tener una temprana inserción en el emprendimiento.

Yo hablo más de emprendimiento que de trabajo, que de empleo, porque yo soy creyente fervoroso de la iniciativa empresarial de todos los seres humanos.

Creo que eso es lo que finalmente estimula la creatividad, eso es lo que logra la equidad, una alta calidad de vida de los pueblos, esa es una libertad esencial, pero esa libertad tiene que ser incluyente.

Uno no puede hablar de una libertad de iniciativa privada cuando las grandes mayorías no pueden acometer esa libertad, hay que hacerla incluyente.

Cuando a un joven se le prepara, se le infunde el valor de obtener un empleo, cuando ese joven obtiene el empleo, ese joven se incluye, queda incluido, pero cuando a un joven se le crean todas las condiciones s ele infunden los valores y se le dan las oportunidades para el emprendimiento, a través del emprendimiento, por ejemplo, de una pequeña empresa, ese joven no solamente se incluye él, sino que ayuda a incluir a otros.

En aquello que hemos venido pensando además de infundir valores, es que todos los muchachos de bachillerato, al graduarse de bachilleres estén anímica y académicamente preparados para entrar a la universidad y/o al emprendimiento.

Es fundamental, por supuesto, se necesita no solamente capacitarlos, se necesita también saber combinar muy bien los pensums y mirar cómo se les da el apoyo para pasar de la enseñanza a la realidad del emprendimiento, fundamental el valor del emprendimiento.

Nosotros hemos creído que en países como Colombia, donde hay todo este problema de narco terrorismo tratando de influir en los jóvenes, es muy importante que los jóvenes estén todo el día en el establecimiento escolar.

Los niños en la mañana estudiando, en la tarde en lúdica, deporte. Los mayorcitos ya próximos al terminar bachillerato, en la tarde lúdica, deporte, actividades culturales y formación técnica y vocacional.

Antes parecían excluyentes. Yo recuerdo hace 20 años las discusiones con líderes del magisterio de mi país, la formación clásica parecía excluyente con la formación vocacional y técnica, hoy son totalmente compatibles, necesitamos ambas.

El joven necesita que le enseñen física, química, trigonometría, cálculo, filosofía, historia, psicología, sociología, humanidades, materias y ciencias exactas, biología, pero el joven también necesita que lo induzcan tempranamente al emprendimiento, la formación vocacional y la formación técnica.

En Colombia, en el mes de octubre tendremos elecciones de alcaldes y gobernadores. Nuestra propuesta es que en todos los estados y ciudades se adelante una orientación educativa en ese sentido y que además, en combinación entre el Estado y el sector privado, una política pública y privada, se creen los fondos de capital de riesgo, los fondos de microempresas, los fondos de garantías para apoyar todas las empresas de emprendimiento de los jóvenes. Es fundamental.

Ahora, eso nos lleva al tema de la droga y yo no puedo, en un país al que admiramos, que está dando esta grande y valerosa batalla contra la droga, dirigida por el coraje y la determinación del Presidente Calderón, yo no puedo guardar silencio sobre el tema.

En mi patria, cuando me reúno con los profesores, con los directivos de las escuelas, de los colegios, me dicen qué peligro, aquí en el vecindario hay distribución de droga, nos está llevando a los niños al consumo de la droga, a la distribución de la droga y tras la distribución de la droga los involucra en toda clase de crímenes.

El mundo equivocadamente por parte de algunos viene hablando de la legalización. Yo pienso que la permisidad frente al consumo creo la legalización, que lo que hay que estudiar ahora es qué sigue, si la van a legalizar en todas las facetas o si se ilegaliza.

En Colombia, hace 15 años por una sentencia de la Corte Constitucional se legalizó la dosis personal, se dijo que se hacía en nombre del libre desarrollo de la personalidad,

Por Dios, para inducir el mejor resultado en el libre desarrollo de la personalidad hay que infundir los mejores valores.

Eso contribuyó no a estimular el libre desarrollo de la personalidad, sino el libre desarrollo de la criminalidad,

Antes el narcotráfico era un negocio criminal de exportación, después de esa legalización el narcotráfico se convirtió también en un negocio criminal doméstico.

Yo recuerdo cuando se decía que nosotros producíamos droga porque en los países industrializados la consumían. Pues, a qué hemos llegado, a que en los países industrializados también hay producción, marihuana en California y también hay consumo en los países nuestros,

Yo no puedo negar que en la última encuesta, en mi país apareció que teníamos 350 mil adictos y un millón 600 mil colombianos que reconocían haber consumido drogas ilícitas.

Cuando con el proceso de seguridad nosotros empezamos a captar turistas, en alguna ocasión apareció en la televisión internacional un video que decía: "Cartagena, destino para narcoturismo", porque algunas personas fueron allí a hacer turismo y a buscar comprar drogas.

Nos hizo un daño tremendo y empecé con la policía a que capturáramos a los distribuidores y la policía me dice: "los hemos capturado, pero lo que les hemos encontrado es dosis personal, entonces los jueces no los llevan a la cárcel",

Se ha creado un sistema de impunidad en la distribución sumamente grave y aprovechan el hecho de que los niñitos menores de 16 o 18 años, de acuerdo con la legislación de cada país, son inimputables, no se les puede hacer imputación de delitos.

Entonces, involucran a esos niñitos en la distribución de la droga y cuando al niñito lo involucran en la distribución de la droga después lo llevan a otros delitos, termina de asesinos,

Nosotros el año pasado aprobamos una reforma constitucional que ilegaliza la droga en todas sus etapas.

Para llevar los adictos a la cárcel, no; a los adictos hay que darles rehabilitación. Los adictos no se pueden llevar a la cárcel.

¿La política de ilegalización se opone a la política de prevención? De ninguna manera.

Hay muchos estudios científicos que demuestran que las políticas de prevención son más efectivas en las comunidades cuando están acompañadas de las políticas de ilegalización, que cuando hay permisividad frente a la dosis personal.

Entonces, ¿cuál es la consecuencia? Que no haya impunidad en la distribución, que cualquiera que esté distribuyendo droga, cualquiera sea su cuantía, pueda ser llevada a la cárcel.

Yo tengo que decirles esto: la droga en mi país es un destructor de valores. A mí me parece muy difícil hablar de una educación que infunda valores y al mismo tiempo tener permisividad frente a la droga alienante que destruye valores.

La lucha contra la droga es fundamental si queremos tener una educación de valores.

He tenido esta experiencia: le he preguntado a algunas autoridades de este gran país de mexicanos, algunos ciudadanos de Centroamérica, lo pregunto a mis compatriotas colombianos, a los alcaldes: "miren, esta organización criminal que hay en esta área, a qué se dedica", me dicen: "comete toda clase de crímenes: extorsiona el transporte, extorsiona el comercio, asalta residencias, va una persona a retirar un dinero de un cajero automático, lo atracan, le quitan el dinero; toda clase de crimen.

Les digo, ¿cuál es el crimen que los unió inicialmente? La distribución local de droga, el microtráfico.

Y hago otra pregunta: ¿Quién está detrás de esta organización? Y me dicen, alguien del narcotráfico que controla exportación de droga y comercio local de droga.

Ahí hay una cadena de destrucción de valores.

En una universidad en los Estados Unidos, en octubre, a raíz del referendo de California, me decía un joven: "¿Oiga, por qué alcohol sí y marihuana no?

Confieso que me sentí derrotado, no encontraba manera de darle una respuesta a ese joven.

-Le dije: ¿Cuántos años tienes?

-18.

-Y yo tengo 58. No esperes llegar a mi edad, pero prepárate que cuanto tengas 38, dentro de 20 años te pregunten: "¿Por qué marihuana sí y cocaína no?".

Yo no creo que sea conveniente para tener unas sociedades de valores, con toda la ética, a partir de un sistema educativo de valores, la permisividad frente a los alienantes de la conducta humana.

¿Qué resolvió el alcohol? Nada, su legalización no resolvió nada.

Hace poco estuve leyendo estudios médicos con toda la base científica, en muchos de nuestros países aparece el alcohol legal y las drogas ilícitas parcialmente ilegales como la gran causa del asesinato y de la criminalidad.

En países como Colombia que desde hace mucho tiempo ha sufrido el sicariato y que México lo ha tenido, pero que valerosamente lo están combatiendo, cuando se hace el estudio el sicario se encuentra que el sicario generalmente es un joven a quien le pagan un dinero para que cometa un asesinato, le dan un arma y una motocicleta de gran cilindraje y ese joven actúa bajo el influjo del alcohol o de las drogas ilícitas.

El alcohol sigue siendo un gran disparador de la delincuencia, como las drogas ilícitas son un gran disparador de la delincuencia.

Por eso el combate contra todos estos alienantes tiene que ser un combate de valores y un combate de autoridad.

En eso tiene que estar el presidente de la república, la policía, el maestro y el padre de familia. Es una tarea de todos.

Quiero compartir con ustedes esta cifra: Una organización internacional dedicada al estudio de la criminalidad concluye que en 2009 los negocios ilícitos en el mundo pudieron tener un valor de 184 billones.

El 90 por ciento giró alrededor del narcotráfico.

Cuando en la prensa internacional o en los foros alguien dice: "Qué problema el de México". Yo digo: "Qué bueno que México ha dado el ejemplo de reconocer el problema y combatirlo".

A mí me parece que en esta materia en América Latina hay tres clases de países, unos que dan el ejemplo, porque han reconocido el problema y lo combaten como México.

Otros que tienen el problema y no lo combaten.

¿Ustedes saben qué hace ese problema?

Cuando ese problema no se le combate, ese problema es como un insecto invisible, y llega un momento en que destruye totalmente al cuerpo que está penetrando.

La alternativa de no combatir ese problema, es dejar que ese problema corrompa instituciones.

¿Para qué hablar de ética, de moral en la educación?

En la administración pública, en la política, si no se combate una criminalidad que destruye la ética, que destruye la institucionalidad, que destruye los valores de familia, que destruye la moral en la administración pública, yo sí prefiero el ejemplo que da México con su gran determinación para combatir estos criminales que la hipótesis, es mejor ejemplo para países como el nuestro y América Latina, que la otra hipótesis, que es la hipótesis de dejar que el problema avance, ver un día en el cual todos los alcaldes y todos los gobernadores se tengan que someter a los criminales, que se pierdan las libertades políticas por el imperio de los criminales.

Que las instituciones no operen de acuerdo con las normas constitucionales y legales sino con el acuerdo de los dictados de los criminales, esto es la droga es la fuente de los contravalores democráticos, por eso es pertinente combatirla con toda la determinación.

Permítanme termina, y quiero ofrecer, de acuerdo con nuestro Secretario dos o tres preguntas que ustedes quieran formular o algún comentario, permítanme terminar con una visión sobre la universidad, y una visión sobre los estudiantes.

Para pensar en los valores de la universidad, tenemos que pensar que la universidad latinoamericana, y en eso México va a la cabeza, y nosotros todavía muy retrasados, tiene que ser una universidad masiva, crítica y científica, pero no violenta.

En la universidad latinoamericana históricamente pasamos de la universidad dogmatica con las teorías clásicas a la universidad dogmatica con el marxismo. En ambos dogmatismos excluyeron el valor de la discusión democrática.

Un gran valor para infundir en la universidad es la discusión democrática, sin dogmatismo a través de la libertad de cátedra. Cualquier dogmatismo que se impone en la universidad anula la evolución científica de la universidad.

Para que la universidad sea científica no puede ser dogmática, tiene que ser crítica, tiene que ser deliberante, y ha habido en alguna forma una relación entre la universidad dogmática, fundamentalista y la universidad violenta.

Cuando a los jóvenes se les orienta hacia el fundamentalismo de una ideología y, por supuesto, hacia la violencia en que finalmente se expresan todos fundamentalismos los jóvenes por la violencia anulan la racionalidad.

La violencia limita la creatividad, por eso el valor de la ciencia, de la búsqueda de la ciencia a partir de la deliberación democrática es fundamental, por oposición a permitir que a los jóvenes se les oriente hacia el dogmatismo, hacia el fundamentalismo que se traduce en violencia y niega la ciencia.

Universidad masiva, universidad crítica, liberante, libre, más no violenta, porque además en esto de valores hay que decirle a las comunidades universitarias. Las universidades son la caja de resonancia de los problemas sociales de cada país, y como caja de resonancia los problemas sociales de cada país las universidades tienen que examinar qué pasa en la situación social de su país, estudiar y darle a ese país orientaciones.

Cuando yo era estudiante universitario trabajaba al mismo tiempo, pero era una excepción, casi todos mis compañeros eran estudiantes de tiempo completo.

En la Colombia de hoy la mayoría de los estudiantes universitarios son estudiantes que también trabajan. Uno ve muchas mujeres jóvenes, se levantan a las cuatro de la mañana, despachan a los niños al colegio, al esposo al trabajo, van a trabajar y a las 6 de la tarde van a estudiar hasta las 10 de la noche.

Hay algún mérito enorme en nuestras sociedades, el esfuerzo que hacen muchos estudiantes para estudiar y trabajar al mismo tiempo y muchas mujeres que además llevan el mayor peso en las obligaciones de la familia. Eso muestra el gran interés de todos nuestros ciudadanos por estudiar.

Creo que como van las cosas, queridos amigos mexicanos, vamos al tener que todos los estudiantes con excepciones, la regla será estudiar y trabajar.

Estudiar y trabajar, diría yo estudiante de tiempo parcial, trabajador emprendedor de tiempo parcial. ¿Cuál es la contraprestación? Estudiante de toda la vida, trabajador de toda la vida.

Yo creo que hoy no se puede decir voy a dejar de trabajar por estudiar ni voy a dejar de estudiar por trabajar, pero hay que hacerlo durante toda la vida.

¿Cuáles son las causas que dificultan el equilibrio entre el esfuerzo y la solidaridad en los proyectos pedagógicos?

Yo diría que la causa está en la orientación de los programas, es una pregunta que me llega. Cuando al muchacho lo preparan solamente para tener éxito en pruebas, para ser competitivo, a ese muchacho le ocultan la promoción necesaria del valor de la solidaridad.

Esto es, aquellas universidades o colegios que se dedican a formar al joven para que gane competencias, cuando ignoran la promoción de la solidaridad, comete a mi juicio un grave error.

El nivel educativo de América Latina está en riesgo por los valores perdidos a causa del tráfico de drogas, lo he dicho, pero miren, estaba más en riesgo antes cuando no s ele combatía.

Yo diría que en México no está en riesgo, porque aquí están combatiendo el tráfico de drogas, está en riesgo donde no se le combate.

Yo encuentro unos países latinoamericanos que dicen lo siguiente: no, ese problema no es nuestro, qué lo voy a combatir, ese problema está en los industrializados que consumen.

¿Saben ustedes qué pasó en Colombia?

Cuando empezó el tráfico de drogas se decía, no, el tráfico nos da dinero, pero aquí no va a haber producción. Después, sin que nadie lo esperara, nos asombramos: 400 mil hectáreas de producción.

Ah, bueno, aquí hay producción, pero aquí no va a haber consumo. Después, millón 600 mil consumidores, todos los alienantes destruyen los valores democráticos.

Es imposible un éxito en formación de valores si no hay al mismo tiempo en las sociedades latinoamericanas una gran autoridad para combatir el crimen, sus causas, sus factores estimulantes y acompañantes, uno de ellos es la droga.


Muchísimas gracias a todos ustedes.

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